La influencia Budista sobre el Cine.


Exitosos guiones del cine y el Budismo.

La Industria del cine ha aprovechado innumerables veces la vida real para crear historias increíbles que a la larga suelen ser superadas por la propia realidad, como si esa imaginación retara a la realidad para demostrarle que todo lo que imaginamos puede suceder. 

En las últimas décadas, después que maestros de india trajeran las enseñanzas védicas desde oriente a América y estas se esparcieran, los guiones de Hollywood del género de ciencia ficción se han impregnado de guiños a estas sabidurías ancestrales.

Algunos filósofos y psicólogos que fueron influenciados por esta corriente inspiraron a grandes directores y guionistas que hicieron obras maestras con esta base, como los hermanos Washowski que inspirados en el budismo Zen de guiones japoneses escribieron Matrix.

El budismo planteó la idea de que el pensamiento es lo más poderoso que existe y que está conformado por lo que llaman nuestra energía “interior” y es básicamente información inteligentemente orquestada por nuestro ser superior, que finalmente genera y proyecta nuestra realidad. Nosotros como individuos terrenales seríamos seres dormidos en un "sueño" donde experimentamos el flujo del espacio-tiempo.

Ante todo esto lo primero que hacemos es dudar, ya que sabemos gracias a nuestro pensamiento racional, que esta realidad es la realidad material, y no es la realidad de los sueños o de los pensamientos. Sabemos que este mundo es material porque podemos sentir, saborear, oler, ver y tocar las cosas, por lo cual podemos estar seguros de que son reales, sin embargo los quiero invitar a comprobar esta realidad. Después de todo la realidad la vivimos en nuestro interior. Recordemos que Carl Jung escribió: “Aquel que mira hacia afuera, sueña. Aquel que mira hacia adentro, despierta”.

Hoy, los últimos documentales de ciencia de los más prestigiosos canales de televisión nos dicen que muchas cosas que sabemos están mal. Que la forma en que comprendemos el universo está mal. Y que finalmente la filosofía budista e hinduísta describen el universo de la forma más cercana a como lo hace la ciencia moderna. 

Para poder avanzar en este argumento debemos establecer primero a que se referían los budistas con sus enseñanzas y las explicaremos por los conocimientos modernos occidentales. Veremos similitudes de planteamientos en películas como Star Wars, Avatar, The Clouds Atlas, Piso 13, Matrix, La Esfera y otras.

Ha sido difícil hermanar el mundo espiritual con el mundo de la ciencia, tan difícil como emparejar la Física Clásica con la Mecánica Cuántica.

Descartes razona: «Bueno... ¿Cuál puede ser la seguridad?, qué seguridad puedo tener yo de algo? Puedo dudar de lo que me han dicho, puedo dudar de lo que veo y de lo que toco, puesto que existen los espejismos y las alucinaciones. Si puedo dudar de todo, ¿de qué cosa puedo estar seguro? De la única cosa que puedo estar seguro —concluye— es de mi duda misma, de que yo estoy aquí dudando y si dudo, existo».

Uno de los pocos lemas que incluso los neófitos en filosofía conocen es el famoso “Cogito ergo sum”, es decir, «Pienso, luego existo».

Y ¿Qué es lo que existe? ¿Qué es lo que somos?

Pues bien, podemos decir que existimos en nuestro cuerpo y más íntimamente en nuestro cerebro, por lo cual nos podemos ver como un conjunto de células neuronales, pero más íntimamente somos un conjunto de átomos. Ya lo griegos hablaban de la teoría del átomo sin contar siquiera con microscopios. Más tarde Ampére teorizó sobre el electrón, pero no podía comprobarlo.

Podríamos decir que en rigor somos un conjunto de átomos compuestos por sus partículas, millones y millones de átomos, los que están compuestos por los mismos elementos que componen todo lo que existe, partículas subatómicas o cuantums. Los átomos son un sistema compuesto básicamente por electrones girando alrededor de un núcleo, conformado por protones y neutrones. Los átomos se parecen mucho a un sistema solar, incluso en su vacío. Esta relación es clave para entender lo que somos materialmente hablando.

Sorprendentemente los sistemas solares tienen más vacío de lo que imaginamos. Los sistemas solares se representan siempre a escalas incorrectas porque de otra forma no se podrían mostrar. De hecho el tamaño de un sistema solar no lo podemos imaginar y ni hablar de una galaxia. 

Ejemplo: Imaginemos que los invito a mirar nuestro sistema solar, separado del resto del cosmos. Primero entendamos que cosa es nuestro sistema solar y que tamaño tiene. El sistema está dentro de una burbuja que se llama la nube de Oort, y esta burbujita tiene dos años luz de diámetro. O sea que para ir de un lado al otro tendríamos que viajar durante dos años a la velocidad de la luz.

Ahora viajemos dentro de este espacio que hemos acotado para examinarlo mejor. Pondremos el sistema solar en una habitación sin nada, flotando solo en el vacío. Imaginemos que vamos volando por dentro de este sistema solar a uno de los anillos de Saturno y nos paramos en uno de los asteroides que lo conforman, al mirar hacia el centro del sistema solar veríamos un minúsculo puntito luminoso (nuestro núcleo) y al mirar hacia afuera nos costaría encontrar otros puntitos muy débiles que giran sobre sí y en torno al punto luminoso del centro.

Lo curioso de esto es que no advertiríamos el sistema, solo un gigantesco vacío incomprensible. Incomprensible porque estamos hablando de dimensiones siderales. Que son imposibles de recorrer en poco tiempo, incluso a la velocidad de la luz. Además nadie puede imaginar lo que es viajar a la velocidad de la luz (300.000 km/s). Ya ir en una moto a 200 Km/h nos parece rapidísimo y no podemos permanecer mucho rato viajando a 200 km/h en una moto, pues se vuelve agotador y tedioso.

Incluso pasa con viajes pequeños y es un problema para el ser humano. Como ejemplo les cuento que se está diseñando un tren supersónico donde el principal impedimento es conseguir que los pasajeros estén al menos tres horas sentados ya que el diseño imposibilita que las personas transiten en el interior mientras esté en tránsito. El viaje a la velocidad de la luz por períodos de un año, es de las cosas que el cerebro las maneja en abstracto, pero no tiene una comprensión real de lo que ello significa, pues nunca ha estado cerca de experimentar algo parecido como viajar a años luz de distancia. Queda claro que no tenemos el poder de comprender bien ese concepto ya que en realidad no hablamos de surcar un espacio distinto sino que estamos hablando de una dimensión del tiempo distinta.

Un Ejercicio Mental.


Ahora vamos al siguiente ejercicio para "ver" un sistema solar a escala. Imaginemos que les presento en un escenario una caja cuadrada que me llega a la cintura. La caja ocupa un volumen de un metro cúbico. O sea un metro de alto, uno de fondo y uno de ancho. Le prometo a la audiencia que por vez primera verán un sistema solar. En su interior tengo un sistema solar hecho a escala y funcionando, donde todos los componentes del sistema, inclusive las lunas de todos los planetas, se han achicado en una proporción perfecta para que cada cuerpo celeste este en una relación de tamaño y distancia correcta entre sí, representando de una manera idéntica a todo nuestros sistema solar. Todo el sistema se ha hecho con lujo de detalle respetando el tamaño al cual deben quedar todos los cuerpos al achicarlos a esta escala encerrados en un metro cúbico de volumen, de manera de poder meter el sistema completo dentro de esta caja. Pues bien, al abrir la caja y presentar mi sistema solar la audiencia se siente un tanto desconcertada. Todos se miran extrañados y alegan, porque no ven nada. Se escuchan abucheos y la gente dice que ahí no hay nada. Si los invito a revisar de cerca pues me dirán que la caja está vacía. Pero no es así, esta todo ahí, dentro de la nube de Oort que delimita nuestro sistema sistema solar.

Desde cometas hasta los planetas y el sol, están dentro de la caja, sólo que son muy pequeños a esta escala. Si los convirtiera en una sola masa tampoco conseguiría hacer que vieran esa partícula, pues todos juntos amasados ocupan muy poco del espacio total.

Para hacerlo más sencillo hablemos en espacios porcentuales. Si dividiéramos el volumen de la caja en 1000 partes iguales, podemos decir que los planetas ocupan en total muchísimo, muchísimo menos del 0,01% de una de esas partes.

Este es el hecho que les quería graficar con el ejemplo de la caja. El sistema solar, para efectos prácticos está casi vacío. Y esto es así tanto en el macrocosmos como en el microcosmos. Porque si extrapolamos esto a un átomo sucede lo mismo. Mucho más del 99,9% de un átomo corresponde a vacío. 

Pues entonces podemos razonar ahora de que si las cosas están hechas de átomos descubrimos que la naturaleza de la materia parece ser un fraude, ya que prácticamente en su totalidad no es material. Nos enfrentamos a una verdad científica difícil de aceptar, y es que la materia, o sea todo lo que conocemos como arboles, flores, autos, cuerpos humanos, está constituido por lo que había en la caja, lo que la audiencia llamó “El Vacío”.

Debemos descubrir de qué se trata esta nada. Para ello vamos a destacar un factor importante que no hemos nombrado. El movimiento. Todo está en movimiento, así como los planetas del sistema solar giran en torno al sol, en el átomo los electrones giran a gran velocidad en torno al núcleo, es decir cada átomo esta vibrando. Cada partícula de la materia está vibrando desde su núcleo hasta el vórtice de sus límites, y en definitiva cada partícula y cada conjunto de la materia están en constante cambio, ya que el movimiento es inherente al cambio y finalmente lo que estamos observando es información más que materia. De hecho un montón de tierra y hojas secas en tu jardín tienen los mismos componentes que tiene un ser humano, sin embargo lo que hace la gran diferencia es el orden y organización de esa materia.

El espacio como demostró Einstein es una sola unidad con el tiempo. El espacio-tiempo es una unidad indivisible (como el electromagnetismo) y es parte de nuestra dimensión y parte de la realidad que percibimos. El espacio sabemos que existe ahora y siempre y cada momento de tiempo existe ahora y siempre. En resumen el tiempo lo percibimos como algo que fluye, pero en realidad es un constante presente, al igual que el espacio que no deja de existir, donde pasado, presente y futuro siempre están. Por ello los budistas dicen que lo único que existe es el aquí y el ahora. La totalidad es lo único que existe, comprendida de la energía en el espacio-tiempo.

La ciencia habla de la teoría del big-bang como si fuese un hecho de deducción lógica, que damos por supuesto, y se supone que lo entendemos perfectamente. El bing-bang es la energía motora que según la ciencia puso en movimiento todo el universo.

Y antes ¿No había energía?

Para el budismo la energía siempre ha estado y está identificada en la historia de la humanidad por todas las civilizaciones ancestrales. La humanidad actual se ha volcado tanto a la idea de que todo es material que ha perdido la noción de la realidad verdadera (donde habita la energía) ya que no la vemos.

Si no vemos algo no quiere decir que no existe. Como ya vimos la caja vacía contenía un sistema solar completo. Otro ejemplo del mundo que no vemos y que está en nuestra misma escala es todo lo que sólo se ve en otro espectro de la luz. Por ejemplo todo lo que es visible sólo bajo el espectro de la luz ultravioleta que nuestros ojos no pueden ver. Nuestros ojos están diseñados para percibir sólo un pequeño espectro del abanico total de luz. Recordemos además que no vemos las cosas, vemos la luz que reflejan.

Dos datos para respaldar esto:

-El último prototipo de máquina de invisibilidad militar no intenta hacer desaparecer los tanques o aviones, si no doblar la luz antes que llegue a los ojos del enemigo.

-La Armada de Chile acaba de liberar un video del 2014 de un objeto que vuela y esparce una sustancia en la atmosfera. El objeto es visible sólo cuando conectan la cámara infrarroja.

En resumen si unimos todo lo anterior y nos apoyamos en las ecuaciones de Einstein ya sabemos que la energía es igual a masa por la velocidad de la luz al cuadrado y no necesariamente tiene que haber algo concreto físicamente para formar un objeto. Nosotros mismos y todo lo que  nos rodea es energía e información.

La energía está presente en todo el universo y siempre lo hemos sabido ya que cada cultura le ha dado un nombre. En china es el Chi, en Japón es el Ki, para los Polinésicos el Mana, en India el Prana y en el cine se le bautizó como La Fuerza. En definitiva todo el universo está conformado no de materia, sino por “partículas” de información y energía, que en definitiva es todo lo que existe, o sea según el budismo es algo que increíblemente se compone prácticamente de lo mismo de lo que definen como un pensamiento. Una idea o pensamiento es información con una carga de energía intrínseca en un universo infinito de ideas o pensamientos.

En el budismo se considera profundamente el concepto de infinito, pero no podemos describirlo pues el infinito no se experimenta, se es parte de él.

Pasaremos a ver algunas películas que utilizan conceptos extraídos del budismo y de la filosofía budista. 

Como por ejemplo:


Star Wars


La energía intrínseca de la materia y que se expande por todo el universo. En este caso llamada “La Fuerza”. Esta energía la podemos usar para construir y conseguir nuestros objetivos y deseos.


Surrogates


En un futuro controvertido las personas han decidido usar un avatar cibernético en vez de su propio cuerpo. Viven y experimentan la vida sólo desde su mente usando otro cuerpo.


Avatar


Usando la misma palabra que se usa en india para referirse a un maestro que decide venir a la tierra en un cuerpo humano para ayudar a la evolución, la película Avatar nos muestra como nuestra conciencia puede instalarse en un cuerpo artificial. Poniendo en evidencia que somos básicamente conciencia.


Clouds Atlas


Varias historias en diferentes momentos de la historia humana nos muestran La reencarnación de los personajes en singulares vidas. *De los creadores de Matrix.


Piso 13

Trata de personas que viven en un mundo construido por los habitantes de una realidad superior dentro del cual vivimos y estamos todos atrapados, pero sorpresivamente nosotros también estamos tratando de crear otra realidad virtual.



Matrix


Un icono de las películas de base Budista, plantea que al transcurrir todo en nuestra mente no se puede diferenciar la realidad de un mundo impuesto en nuestro cerebro.
Al saber esto se puede comenzar a dominar aquella realidad al igual como se puede dominar un sueño. 


Inception


La película postula que nuestra mente crea y percibe el mundo simultáneamente, igual como se hace en un sueño. Por ello no podemos percibir la diferencia una vez que estamos atrapados soñando. 
Propuesto como un hecho científico comprobado, la trama radica en que los protagonistas logran introducirse en la realidad de los sueños para implantar una idea a un individuo. Pero se puede hacer más intensamente si la idea se implanta en dentro del sueño del sueño.



La Esfera



Este poco recordado film plantea que un artefacto posiblemente extraterrestre puede provocar la manifestación de pensamientos en la realidad que compartimos.

 Muestra la creación de la realidad por nuestra propia mente como si de la ley de atracción se tratara pero con la diferencia de que la manifestación es acelerada por la esfera que interactúa con los protagonistas, y al producirse esta manifestación en forma inmediata las cosas se salen de control.

Estas son solo algunas de las películas que se pueden recomendar en cuarentena para filosofar sobre el postulado anterior. Muchos de estos conceptos están profundamente desarrollados en Los Vedas y en textos como El Kybalion

Esto es un pequeño ejemplo de lo interesante de este tema y su aplicación en guiones que han reflejado, a parte de una buena historia, un planteamiento filosófico  que ha estado en la mente del hombre por miles de años.  

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